Inspección en estructuras de hormigón armado: cómo identificar el momento adecuado para intervenciones

Inspección en estructuras de hormigón armado - cómo identificar el momento adecuado para intervenciones

Las estructuras de hormigón armado son fundamentales en la construcción moderna debido a su resistencia y durabilidad. Sin embargo, como cualquier material, están sujetas al deterioro con el tiempo debido a factores ambientales, cargas estructurales y la calidad de los materiales utilizados. 

La inspección periódica de estas estructuras es clave para identificar problemas potenciales y determinar el momento adecuado para realizar intervenciones que aseguren su funcionalidad y seguridad. En este artículo, vamos a abordar cómo evaluar estas estructuras y los indicios que indican la necesidad de mantenimiento o reparación. ¡Vea abajo!

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Factores que afectan la durabilidad del hormigón armado

Antes de adentrarnos en los procedimientos de inspección, es importante entender los principales factores que influyen en la durabilidad del hormigón armado:

  1. Corrosión del acero de refuerzo: la humedad, la salinidad y el dióxido de carbono pueden penetrar en el hormigón, causando corrosión en las barras de acero, lo que compromete la resistencia de la estructura.
  2. Fisuras y grietas: estas pueden surgir debido a cargas excesivas, movimientos del terreno, variaciones de temperatura o mala ejecución durante la construcción.
  3. Carbonatación: este proceso ocurre cuando el dióxido de carbono en el ambiente reacciona con el hidróxido de calcio en el hormigón, reduciendo su capacidad de proteger el refuerzo de acero.
  4. Ataque de agentes químicos: las estructuras expuestas a sulfatos, cloruros u otros compuestos químicos corrosivos tienden a deteriorarse más rápidamente.

Métodos de inspección en estructuras de hormigón armado

La inspección de estructuras de hormigón armado debe realizarse siguiendo un enfoque sistemático que combine técnicas visuales y avanzadas para detectar daños ocultos. Los métodos más utilizados incluyen:

  1. Inspección visual: este es el primer paso para identificar signos evidentes de deterioro, como fisuras, manchas de óxido, desprendimiento del recubrimiento de hormigón y deformaciones.
  2. Pruebas no destructivas:
    • Esclerometría: mide la dureza del hormigón, proporcionando una indicación de su resistencia.
    • Ultrasonido: permite detectar fisuras internas, vacíos y otros defectos estructurales.
    • Potencial de corrosión: evalúa el riesgo de corrosión en el refuerzo de acero.
  3. Pruebas destructivas:
    • Extracción de núcleos: permite analizar la calidad y resistencia del hormigón en laboratorio.
    • Ensayos químicos: identifican niveles de carbonatación, cloruros y otros agentes agresivos.
  4. Monitoreo estructural: sensores instalados en puntos críticos de la estructura pueden medir deformaciones, cargas y otros parámetros en tiempo real, anticipando problemas antes de que sean visibles.

¿Cuándo realizar intervenciones?

La clave para garantizar la seguridad y funcionalidad de una estructura es actuar a tiempo. A continuación, se presentan los principales indicadores que señalan el momento adecuado para realizar intervenciones:

  1. Presencia de fisuras: las fisuras, especialmente aquellas que permiten la entrada de agua y agentes corrosivos, requieren atención inmediata para evitar daños mayores.
  2. Corrosión del refuerzo: si se detecta óxido o manchas rojizas en la superficie del hormigón, es probable que el refuerzo interno esté corroyéndose, lo que demanda una intervención urgente.
  3. Pérdida de capacidad estructural: cualquier signo de deformación, inclinación o reducción en la resistencia detectada en pruebas indica la necesidad de reforzar la estructura.
  4. Desprendimiento del recubrimiento: cuando el hormigón comienza a desprenderse, el acero queda expuesto a agentes agresivos, acelerando su deterioro.
  5. Resultados de pruebas de laboratorio: niveles críticos de carbonatación, cloruros u otros compuestos químicos deben ser tratados de inmediato para prevenir un colapso estructural.

Importancia de la inspección preventiva

Realizar inspecciones periódicas permite identificar problemas en etapas tempranas, lo que reduce significativamente los costos de reparación y prolonga la vida útil de la estructura. Además, la inspección regular asegura el cumplimiento de normativas de seguridad, especialmente en construcciones con alta carga de uso, como puentes, edificios residenciales y comerciales.

Conclusión

La inspección de estructuras de hormigón armado no debe considerarse un lujo, sino una necesidad para garantizar la seguridad y funcionalidad de las construcciones a lo largo del tiempo. Con el uso de técnicas avanzadas y personal capacitado, es posible identificar el momento adecuado para intervenciones y evitar daños mayores.

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