Algunas de las situaciones comunes en donde pueden existir este tipo de problema es en daños causados por la exposición a condiciones ambientales adversas. El hormigón puede deteriorarse con el tiempo debido a la acción de agentes externos como la humedad, la lluvia, la nieve, la exposición a productos químicos corrosivos o la presencia de sales. Estos factores pueden provocar la aparición de fisuras, desprendimientos, corrosión del acero de refuerzo u otros tipos de deterioro, a su vez, también las cargas y sobrecargas estructurales cuando son sometidas a cargas superiores de su capacidad de diseño, pueden producirse deformaciones, fisuras o incluso colapsos parciales. Esto puede ser causado por cambios en el uso de la estructura, ampliaciones no previstas, incremento de las cargas aplicadas o errores en el diseño original, Eventos sísmicos o desastres naturales, defectos de construcción, entre otros.